El fuego se inició en el condado de Ventura, en California y luego la sequía y los fuertes vientos contribuyeron a que se extendiera rápidamente.
El incendio que avanza fuera de control ya dejó más de 45.000 acres arrasados, 150 estructuras destruidas y obligó a 27.000 personas a abandonar sus hogares durante la noche.
En su última conferencia de prensa, el Departamento de Bomberos del condado de Ventura indicó que el incendio ha consumido hasta ahora 45,000 acres y los vientos están aumentando, por lo que esperan que la situación podría empeorar.