Ya en Melbourne, donde el seleccionado argentino jugará contra Brasil, Mauro Icardi arribó a la ciudad y entrenó con la nueva selección. Sin embargo algo a destacar es que el jugador realizó sus entrenamientos alejado del resto del equipo, pero no por un distanciamiento con sus compañeros sino por una lesión.
Icardi ya instalado y luego de haber compartido una ronda de mates con sus compañeros, ingresó al campo de juego pero luego debió volver al vestuario junto al kinesiólogo. A su regreso, mientras el resto del equipo hacia calentamiento con pelotas, él lo hizo a un costado acompañado del especialista. Y es que el esposo de Wanda Nara tiene una distensión muscular en el recto femoral del muslo izquierdo.
Ante esta situación, Sampaoli definirá en los próximos días si está en condiciones de jugar contra Basil, de acuerdo a la evolución del jugador del Inter.