Tal vez haya sido Lisandro López uno de los motivos principales por los que Gustavo Alfaro habló de "balances negativos" en el final de la gira por Estados Unidos y México. Lo que pasó fue que en el último partido de los tres amistosos internacionales que jugó Boca, ante Tijuana, el marcador central de 29 años sintió una molestia en el calentamiento y luego los estudios en Argentina confirmarían que se trataba de un desgarro. Ahora bien, si ya pasaron 29 días de la lesión, ¿cuándo volverá a jugar el defensor? Por lo pronto, en la práctica de la mañana ya se sumó al resto del plantel.
Las tres semanas que indican los manuales por general en estos casos ya pasaron. Sin embargo, no tanto para Lechuga. Y es por eso que el técnico todavía está analizando la fecha de regreso del central que él pidió y convenció para que viniera a jugar a Boca. ¿Será Almagro por Copa Argentina? Es una posibilidad, sí. Aunque en este sentido, Alfaro también piensa en el partido de ida de los cuartos de final de la Libertadores en Quito (el 21 de este mes) y sabe que una cosa tiene que ver con la otra: si Licha todavía no está en ritmo para jugar en La Plata el próximo martes, tampoco lo va a arriesgar en la altura si previamente no tuvo minutos de juego.
La realidad también indica que el Míster (como lo bautizó Tevez) no tiene apuro ni, por lo visto, urgencias. Es decir, durante la ausencia de Lisandro la defensa quedó en buenas manos, si de hecho en los cuatro partidos que se jugaron sin él (la serie contra Athletico Paranaense, Huracán y Patronato) a Boca no le convirtieron goles. Pero eso no es todo, sino que además los rendimientos de Goltz y Alonso primero y de Paolo e Izquierdoz después, fueron muy buenos y dejaron más que satisfecho a Alfaro.
