En el procesamiento de Diego Lagomarsino el juez Ercolini, señaló que no se comprobó la existencia de una red de espionaje sobre el edificio de Nisman pero que sí había elementos para sostener esa sospecha. Uno de ellos es el quiosco de diarios por el "extraño funcionamiento que tenía ese local de periódicos y revistas estratégicamente ubicado".
Por esto, el diarero (A.J.Z.), que tenía su puesto en la vereda de la torre Le Parc, dónde vivía Nisman se presentó ante la justicia, pero sus dichos fueron contradictorios e inconsistentes. Como las declaraciones en cuanto a su motivo de quiebra: "Estuve hasta el 2014 si mal no recuerdo porque luego me cortan los diarios por un problema de pagos, porque me dejaron sin suscripciones y yo no repartía a nadie que no estuviera suscripto. Entonces cuando me sacan las suscripciones me fundí", relató A.J.Z. Luego se contradijo: "Nunca tuve suscripciones, por eso me fundí".
Otra de las contardicciones fue en cuanto a su reconocimiento para con los clientes "Mis clientes están dentro del complejo Le Parc, en todas las torres, serán dos clientes por torre, más alguno que me llama y me pide el diario del día", contó. Al consultarle la fiscalía si podía identificar a esos clientes, dijo: "No los tengo en la cabeza, no le puedo decir un piso con exactitud si no le estaría mintiendo". Pero luego recordó a Nisman y afirmó que él en persona lo contrató para que le llevara los diarios y que vivía en el 13 de una de las torres de Le Parc.
