Paola Miranda Barcart, relató por FM Capital la travesía que debió emprender para regresar de Santa Cruz, Bolivia.
La mujer, junto a su esposo y sus dos hijos viajaron el fin de semana pasado a Santa Cruz, Bolivia por cuestiones laborales.
La idea era regresar el domingo, pero no había colectivo disponible. A lo que se le sumaban tres cortes carreteros, oficialmente anunciados.
Ya, sin más recursos económicos como para permanecer en el lugar, la familia logró conseguir un colectivo que los traslade.
Fue entonces, que el martes pasado, a las 14:30 de la tarde abordaron un colectivo con destino a Salvador Mazza, vehículo que los hizo descender en el primer corte, oficialmente anunciado.
Desde allí y hasta Salvador Mazza la familia de Paola debió sortear un total de 14 cortes carreteros más, entre motitos que funcionaban para el traslado de personas pero con trayecto cortos ante el temor de que los piqueteros bolivianos dañen sus vehículos.
Y es que, según le comentaron a la mujer y su familia, en Bolivia no permiten el paso de camiones con granos por una disputa con nuestro país.
Total que, Paola, su esposo y sus hijos, debieron, caminar durante la noche y por más de 20 horas en la oscuridad misma, salvo por la luz que irradiaba la luna que les servía para guiar un poco el paso.
Entre la noche, el frío y el rocío que desprendían los árboles, la falta de agua y comida y abrigo, el matrimonio se ocupó de resguardar a sus pequeños, lo más que pudieron, descansando en algún pueblito entre Bolivia y Argentina, tirados en el piso y con cartones.
Barcat, finaliza su relato asegurando que, lograron llegar a Salvador Mazza, tras 20 horas de caminar solos en la noche, a las 11:30 de la mañana.
“Yo ya conocía Bolivia, pero después de esta experiencia no vuelvo más” aseguró la mujer quien reconoció que, “ni en esta ni en las otras oportunidades nos trataron bien nuestros hermanos bolivianos”.
