Claudio Ariel Pazzi, de 43 años, fue diagnosticado como caso positivo, en el inicio de una pandemia que en el país ya ha afectado a algo más de dos millones de personas y causado 52 muertes. Cuatro días más tarde, la pandemia se cobró la primera víctima fatal en la Argentina con la muerte de un hombre de 64 años, quien había viajado a Francia.
El 19 de marzo, el gobierno de Alberto Fernández decretó la cuarentena total en el territorio nacional hasta el 31 de ese mismo mes. Era el comienzo de la política de aislamiento social, que desde entonces se fue flexibilizando, si bien todavía rigen algunas restricciones para el uso del transporte público, muchas personas aun continúan con el teletrabajo y apenas se recuperó cierta normalidad con el dictado presencial de clases. También se decidió cerrar las fronteras y limitar al máximo los vuelos hacia y desde el exterior, lo mismo que los vuelos de cabotaje.
En aquel momento la información sobre las vías de transmisión apuntaba a que se producía principalmente por las "microgotas" que emiten las personas cuando tosen o estornudan y que si éstas impactaban en la boca, ojos o nariz de otra se producía el contagio.
Un año más tarde, no hay evidencia del contagio a través de fomites (superficies) -aunque tampoco se descarta- y si bien se sabe que el contagio por gota es posible, la vía de transmisión que reunió más evidencia es la de los aerosoles, esas pequeñas partículas de fluido respiratorio que emitimos al hablar o simplemente exhalar, que pueden permanecer en el aire infectivos durante varias horas.
