Paola Estefanía Tacacho, una profesora de inglés de 32 años, terminó su rutina en un gimnasio del barrio Norte de la ciudad de San Miguel de Tucumán y se dirigió de regreso a su casa, ubicada a pocas cuadras. Eran aproximadamente las 21:30 cuando, de improviso, a la altura de la calle Monteagudo al 500, fue abordada por un hombre que, luego de mantener una fuerte discusión con ella, sacó un cuchillo y le asestó al menos seis puñaladas. La primera fue por la espalda, cuando la mujer quería dejarlo atrás y escapar del asedio. Paola murió en el lugar.
Por los gritos de la víctima, los vecinos creyeron que se trataba de un robo y, luego del violento ataque, algunos persiguieron al supuesto ladrón para evitar que escapara. A los pocos metros, con la ayuda de un joven que trabaja para una aplicación de delivery, lograron cercar al asesino sobre la calle Santiago del Estero. Al verse atrapado, el femicida se clavó en el pecho el mismo cuchillo con el que había asesinado a Tacacho. El agresor también falleció en el acto.
Por FM Capital, Nilda Zerpa, prima de la víctima, contó que el asesino había sido su alumno en el año 2015, en Tucumán, y su enojo se desató luego de que ella le ponga una mala nota. El hizo que la expulsen del instituto donde trabajaba.
"Mi prima hizo 13 denuncias en Tucumán, desde noviembre de 2015 hasta mayo de este año. Yo también le hice denuncias a él porque también me acosó a mí y me mandaba mensajes para que le diga cosas a mi prima", contó.
Agregó que "lo único que hizo la justicia fue ponerle una perimetral, pero él nunca la cumplió. Ella salía del gimnasio y el estaba ahí, salía de su casa y el estaba ahí. Nos sentimos muy mal por no haber estado ahí y salvarla".
Hoy a las 18 horas, en la plaza 9 de julio, realizarán una marcha para pedir justicia por la víctima.