El abogado Emmet T. Flood fue en 1998 uno de los representantes de Clinton en el juicio político al presidente demócrata después de que éste mintiera sobre su relación con la becaria. Donald Trump lo contrató para el caso del Rusiagate.
El fiscal especial, Robert Mueller, investiga no sólo una supuesta interferencia electoral de Rusia y una coordinación entre el Kremlin y miembros del equipo de campaña del presidente, sino también una posible obstrucción de la justicia por parte del mandatario.
Fuente: Página 12