JUSTICIA

Que se haga justicia

Caso Cancinos: el dramático relato del hombre que encontró los restos

Su nombre es Rodolfo Gallo y tiene 38 años. El hombre fue al lugar para cumplir una promesa, tras un accidente que sufrió su mujer.

Rodolfo Gallo encontró el jueves pasado los restos de Gala Cancinos, la joven de 14 años que desapareció el 16 de mayo de 2017. Amable, recibió a El Tribuno en su casa del barrio San Nicolás en Vaqueros. Es un laburante que lleva consigo una historia de vida marcada por el sufrimiento. Con dos hermanos y un primo fallecidos, la depresión de su madre a raíz de las pérdidas y el trágico siniestro vial que sufrió su mujer hace unos meses que la dejó postrada en una cama. A sus 38 años Rody, como le dicen, forjó una coraza capaz de resistir para seguir luchando, aunque como todo ser a veces se quiebre.

Presto a entablar un diálogo (ver video en la web del diario) la historia del hallazgo del cráneo, que tras cotejos científicos confirmaron que se trata de la adolescente buscada por más de cuatro años, tiene directamente que ver con el horrible siniestro vial que su esposa sufrió el 7 de abril. “Se quebró las vértebras, las costillas, de la mitad del cuerpo para abajo no siente nada, fue hospitalizada en el San Bernardo”, contó, en ese momento él trabajaba brindando servicios mineros en la zona de San Antonio de los Cobres. “Me llamaron de urgencia, bajé para quedarme con mi familia, mi señora. Me quedé sin trabajo”, sostuvo.

Naturalmente católicos, y devotos de la Difunta Correa, unos días después del siniestro que sufrió su mujer, junto a su hijo de 12 años, se fueron hasta la gruta de esa virgen que se encuentra pasando el puente Wierna sobre la ruta nacional 9, donde encontraron los restos de la menor. “Justo en la curva con dirección a la cornisa hay un camino que va a La Misión, por ahí hay un santuario de la Difunta Correa donde fuimos con mi hijo a prenderle velas, llevamos una escoba para limpiar, agua y rezamos por la salud de mi esposa”, dijo y confesó: “En ese momento me apromecé (hizo una promesa) volver para limpiar la gruta y desmalezar el lugar, le dije a mi hijo que íbamos a dejar las velitas para volver cuando su mamá saliera del hospital”.

Fiel a su promesa, cuando dieron de alta a su mujer y regresó a casa se volvió a trasladar al lugar. “Agarré un machete, compramos unas velas y fuimos a la grutita, mi hijo comenzó a limpiarla y yo a desmalezar”. Era el comienzo de una historia con el peor final pero que sin embargo terminaría de echar por tierra la incertidumbre de una búsqueda de más de cuatro años. Cerca de las 13.30, mientras desmalezaba y su hijo terminaba de limpiar la gruta, “me pregunta: ‘¿papá qué hago ahora?’ lo hago bajar y con un palo, una horqueta, le armé una especie de rastrillo para que fuera sacando la maleza que yo cortaba”.

Rodolfo se trasladó hasta un sector que estaba más “descampado”, casi a la mitad de la pasarela que se encuentra en el lugar. “Subiendo, a mano izquierda, diviso un cráneo o un resto óseo, macheteo dos o tres veces hasta que divisé bien: era un cráneo, lo identifiqué porque tenía forma redonda y su dentadura”. Según indicó, el cráneo estaba a un metro y medio de la escalinata, “había un palo atravesado como si se hubieran sujetado en esa parte”, explicó. “Cuando vi el cráneo me pregunté qué había pasado. Nunca me imaginé que podía ser de Santiago Cancinos como señalan se autopercibía Gala. Habrá sido alguna gente mala, alguna practicante de magia negra que suelen usar este tipo de cosas”, supuso.

Tenso y temeroso por lo que podría pasar, además del cráneo Rody y su hijo encontraron una zapatilla que estaba a unos dos metros del resto óseo. “En ningún momento lo tocamos”, sostuvo. En ese instante llegó un vecino del lugar, quien fue el primero en recibir la noticia del hallazgo que habían realizado padre e hijo. “Llamó directamente a la Policía y se fue porque que estaba trabajando”. Después de unos 15 minutos llegaron los efectivos y a partir de ahí se abrió una nueva investigación, “me tomaron los datos, declaraciones y como les dije que me tenía que ir porque con mi hijo no habíamos almorzado me dijeron que sí, que me iban a citar a declarar. Eran entre las 14.30 y las 15”. Y así fue, el viernes por la mañana Rody estuvo en la sede del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) en el mismo momento que los padres de Gala Cancinos, sin embargo no se cruzaron.

Fuente: El Tribuno



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