"Prohibido quejarse". Esto dice el cartel que apareció hace unos días en la puerta de la suite en la que vive el papa Francisco en la residencia de Santa Marta, en el Vaticano.
Fiel reflejo de que Jorge Bergoglio no ha perdido su clásico humor porteño, se trata de un regalo que le hizo Salvó Noé, un psicólogo italiano que suele escribir libros de autoayuda, según reveló hoy Vatican Insider, el sitio de información religiosa del diario La Stampa.