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Descontrol en Morillo: organizaron un baile donde hubo más de 5 mil personas

La entrada anticipada costaba $1.000 por persona; hubo peña, cantantes y cuadreras. Docentes, alumnos, policías, enfermeros y puesteros fueron parte de la fiesta.

Un multitudinario baile al que según estimaciones policiales concurrieron unas 5 mil personas, se realizó el sábado 18 en horas de la tarde/noche en Coronel Juan Solá, Morillo. Vecinos indignados por el festejo, porque nadie cumplió el mínimo protocolo de seguridad y porque no hubo intervención policial, enviaron las imágenes a este medio. El festejo, que incluía una peña y las tradicionales -pero no por eso menos ilegales- carreras cuadreras, se realizó desde las 2 de la tarde del sábado anterior en el puesto El Capricho, distante unos 20 kilómetros del pueblo.

En el lugar, aseguraron algunos indignados vecinos que por respeto a las restricciones sanitarias no fueron parte del festejo, "había adicionales de la policía, así que seguramente todo estaba autorizado. Pero lo que sobraban eran borrachos y borrachas que a cada rato se agarraban a pelear. De milagro no hubo heridos porque se vendieron muchas bebidas alcohólicas".

Entradas anticipadas

Pero la fiesta, con peña y carreras cuadreras, no se organizó de un día para otro, sino que según confiaron vecinos de la zona "en Dragones, Hickmann y Embarcación se vendían entradas anticipadas a 1.000 pesos. Para los que organizaron todo esto fue un éxito rotundo, porque se vendieron casi 5.000 entradas; la fiesta comenzó temprano, después de almuerzo, pero a las 19 ya no se controló el ingreso, así que entraba todo el mundo", explicó un puestero de la zona.

La gran fiesta se realizó a la vista y con el conocimiento de todos y se extendió hasta bien entrada la noche (la gente bailaba en la oscuridad como se aprecia en las imágenes difundidas) y concurrieron "docentes, empleados públicos y puesteros de toda la zona".

"Lo que sabemos es que actuaron El Indio Rojas y Cristian Herrera, del grupo Matacos. Algunos dicen que ellos fueron los organizadores, pero eso no lo pudimos confirmar", manifestó una docente de una escuela que, indignada, se comunicó con El Tribuno.

Baile sí, clases no

"Muchas compañeras y compañeros que hicieron el paro docente estuvieron bailando hasta la noche y apostando en las carreras cuadreras. Ahí no tuvieron miedo de contagiarse. También fueron muchos padres de alumnos, los chicos y hasta personal de salud de la zona. Es indignante la inconsciencia de la gente, pero también la inacción de las autoridades que lo permiten", expresó la docente.

Pero no solo los adultos fueron parte de la gran fiesta, sino que un niño de unos 12 años fue invitado a cantar al escenario por el grupo Matacos, e hizo la delicias del público que lo vitoreaba a más no poder, tal como puede verse en los videos que la gente del lugar acercó a El Tribuno.

Eventos con fuertes apuestas

El pasado 15 de junio, luego de la difusión que en El Tribuno tuvo una carrera cuadrera que reunió a más de 1.000 personas y en uno de los meses en que más casos de COVID-19 se registraron en la zona, este tipo de eventos habían sido suspendidos al menos en esa localidad.

En esa semana el Ministerio de Educación de la Provincia había dispuesto el cierre de la escuela secundario de la localidad de Dragones por el aumento de casos entre alumnos y docentes.

La cuadrera se realizó detrás de la estación del ferrocarril, contó con personal policial para mantener el orden pero, sobre todo, porque en ese tipo de eventos se apuestan fuertes sumas de dinero que van de 10 mil pesos en adelante.

La mayoría de las apuestas se hacen "cash", pero también se ponen en juego camionetas y hasta los mismos animales que son parte de esta cruel forma de diversión.

La carrera había sido autorizada por el intendente de Embarcación, el médico de salud pública Carlos Funes, quien forzado por la difusión que el hecho tuvo, suspendió las otras que estaban programadas para semanas siguientes.

Esta vez el festejo se realizó en El Capricho, un puesto distante a unos 20 kilómetros de Coronel Solá, donde se realizaron las carreras cuadreras y donde se apostaron miles y miles de pesos, todo de manera ilegal, fiesta que terminó con la actuación del Indio Rojas y de Matacos, grupo que invitó a un niño de 12 años a cantar para los miles de asistentes.



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