En ellas se puede ver como un pescador trata de capturar un tiburón martillo muy cerca de la playa.
El hombre con el agua hasta la cintura "lucha" con el animal que se resiste, a base de coletazos y bruscos movimientos, a ser pescado.
La escena llama la atención de otros bañistas que se arremolinan en torno al pescador para contemplar tan magna hazaña.
Tras unos minutos de forcejeo, el hombre logra sacar al monstruo a la superficie.
Lo más impresionante de todo es que el osado marino sólo se ayuda de un hilo de pescar y su fuerza.