En Cataluña terminó de estallar la bomba. Josep Bartomeu dejó de ser el presidente del Barcelona. El hombre que no dejó salir a Lionel Messi, este martes presentó la renuncia ante una junta directiva de urgencia. La propuesta de la dimisión fue aprobada sin discusión por el resto de la comisión.
Allí, tanto Bartomeu como toda su junta directiva dejaron sus cargos sabiendo que el voto de censura que los socios del club habían impuesto iba a realizarse mediante un referéndum. Con esta medida se ahorran un paso que quisieron evitar dar a toda costa y que incluso hubiera supuesto una salida antes de marzo, cuando estaban planteadas las nueva elecciones.
En todo ese proceso, los hinchas del equipo culé se manifestaron en contra de Bartomeu y su directiva. Y también el resto de los precandidatos opositores a presidentes: Jordi Farré, Víctor Font y Lluís Fernández Alà. Ellos comenzaron el voto de censura para la destitución y para eso necesitaban las firmas de un 15% del censo electoral del club. Lo lograron con más de 20.000 peticiones y así llegaron al punto de definir todo en un referéndum, en el que si el 66% de los votantes lo decidían, Bartomeu y su comisión serían destituidos. Con la renuncia se ahorraron todo ese último paso.