El primer tiempo fue chato, disputado, con varias interrupciones y con poco fútbol del que le gusta al público. Argentinos aprovechó las dos claras que tuvo, pegó en los momentos justos y se fue en ventaja al descanso. Boca nunca le encontró la vuelta, generó casi nada y dejó en claro que el experimento del DT no funcionó.
La primera emoción de la noche llegó a los 23 minutos, luego de que Gabriel Carabajal saque un fortísimo remate de media distancia y la clave en el ángulo superior derecho de Agustín Rossi.
A los 41′, luego de que Nicolás Orsini se perdiera el empate, el Bicho ganó en las alturas y estiró la ventaja gracias a un certero cabezazo de Gabriel Verón. El Xeneize durmió y los locales aprovecharon.
Fernando Rapallini, el juez principal, se llevó el silbato a la boca y el 2-0 parcial llenó de preocupación a los de la Ribera, que nunca estuvieron en partido y mostraron poquísimo.
En el inicio del complemento, Boca intentó manejar la posesión de la pelota, se adueñó del protagonismo, pero lastimó muy poco. Marcos Rojo tuvo la más clara de cabeza, pero su testazo se fue cerca del palo. Llamativamente, el entrenador no realizó modificaciones hasta el primer cuarto de hora: Agustín Sandez por Frank Fabra y Óscar Romero por Nicolás Orsini.
Los locales bajaron la intensidad, descansaron en el marcador, juntaron líneas y sufrieron demasiado poco, pese a haber cedido la tenencia del balón. Gabriel Milito dio indicaciones desde afuera y desde adentro le respondieron, cosa que a los del banco visitante no.
Boca terminó con Darío Benedetto y Juan Ramírez en cancha, pero jamás logró hacer pie en La Paternal. Argentinos Juniors sumó de a tres, quedó puntero junto a Atlético Tucumán e ilusionó a sus hinchas que coparon el estadio Diego Armando Maradona. Preocupación en Brandsen al 805, alegría en Gavilán al 2500.
Fuente: AS
