Antes de las 17, al pie del cerro San Bernardo, frente al monumento que recuerda al general Martín Miguel de Güemes, desfilaron los primeros jinetes.
Engalanados de gauchos, se sacaron el sombrero y lo colocaron sobre el corazón, con la mirada al cielo, saludando al general.
Los vehículos con familias completas, abrigadas con el poncho granate con rayas negras, también se sumaron.
En unos cuantos minutos las escalinatas del monumento se cargaron de gente, que expresó su rechazo -y lo dijeron a viva voz, a quien los quisiera oír- a los actos que realizaron en la noche del miércoles y la mañana de ayer en honor a los 200 años del fallecimiento del general Martín Miguel de Güemes.
Estar presentes en el monumento al General, entonar el Himno Nacional y el Himno a Güemes, cantar una zamba y permanecer en guardia sobre el balcón frontal, al pie de Martín Miguel de Güemes, fueron el eje del reclamo y estas ceremonias tradicionales se concretaron ayer, en la organización grupal de los presentes.
