La fuerza inigualable de Apple está en la integración de todos los aspectos que permiten la construcción de una experiencia de usuario satisfactoria. Apple no sólo desarrolla el software y el hardware, sino que cubre otros ítems, como la venta y distribución, accesorios, aplicaciones, etc.
El celular de la empresa Mountain View se denomina Pixel, que ya tuvo una versión anterior, pero ahora se evidencia un trabajo intenso para desarrollar el proyecto de manera que el Smartphone sea más competitivo. Se habla de pantallas de tipo OLED y de sociedades con LG y HTC, para la fabricación y desarrollo de todos los componentes. Todo esto implica, un trabajo similar al que desarrolla la empresa de la manzanita.
A diferencia de Apple, Google aún no tiene la promesa de ventas masivas, asegurada, pero debe estar preparada. Sería dramática no cumplir con las demandas si esta fueran importantes.
Pixel es en serio
En los últimos días, se conocieron algunas acciones de Google en torno al proyecto Pixel, que revelan la seriedad con la que ha encarado esta segunda etapa.. Por un lado se conoció que está diseñando su propio sistema en un chip para dispositivos móviles, y por otro que el arquitecto principal para ese proyecto es un hombre llamado Manu Gulati, que, hasta hace poco, había sido ingeniero senior en Apple. Ambos son desarrollos masivos, lo que demuestra que Google no se contentará hasta que tenga el máximo control sobre todos los aspectos de su teléfono inteligente. Exactamente el mismo objetivo que Apple persigue con cada nueva generación de iPhone.
Este aspecto, el de tener un chip personalizado, es fundamental para no depender de otras empresas. Si Google está decidido a no depender de caprichos o fortunas de otra compañía, tener su propio SoC es una parte esencial de su futuro negocio como proveedor de hardware móvil.
La estrategia de chips personalizados también podría poner nerviosos a los socios Android de Google. Han tenido que aceptar a la empresa como un competidor de hardware durante años, en diversos grados, pero también sabían que los teléfonos Nexus y Pixel usaban hardware de terceros que reducían su capacidad de destacarse en el mercado. Si Google puede lograr una ventaja de rendimiento a través de procesadores personalizados, eso cambiaría las reglas de juego, ya que la línea Pixel tendría una ventaja sobre los teléfonos basados en Snapdragon que hay hoy en el mercado.
Lo real es que la apuesta de Google por poseer un Smarthpone propio es tal vez, uno de sus objetivos más ambiciosos y se están desarrollando los pasos suficientes como para lograrlo. Y claro, para competir con los grandes.
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