Una escena estremecedora fue registrada por el celular de un adolescente, durante el recreo en un colegio de la capital de Salta. Cuatro chicos inhalan una sustancia que parece ser cocaína dentro de un aula. Ningún docente o celador aparece a la vista para detener a los chicos que, aparentemente, se están drogando dentro de un ámbito que debería servir para cultivar la mente y el espíritu de los jóvenes.
Para agravar el cuadro, que ya es lo suficientemente complejo, el video fue subido a Instagram. Es decir, que a los chicos poco les importó que las imágenes de ellos consumiendo drogas pudieran ser vistas a nivel global. La filmación fue agregada como “historia” a la red social, es decir que sólo permanece accesible por 24 horas.
Padres, docentes, preceptores y, peor aún, otros adolescentes pudieron ver a los chicos en una acción que a todas luces parece el consumo de drogas, impunemente dentro de un colegio que, según el uniforme de los menores, sería el Jean Piaget.
El video hace surgir decenas de interrogantes ¿dónde están aquellos que deben velar por la seguridad de los menores dentro de la institución educativa? ¿dónde están los padres que debían advertir a los menores sobre el consumo de una droga altamente adictiva como la cocaína? ¿la ausencia del estado en cuanto al combate de las drogas es tan grande que chicos de esa edad logran conseguir, con relativa facilidad, una sustancia ilegal?
Otra de las aristas de análisis es la que tiene que ver con la necesidad de exposición de los menores en las redes sociales. Tal es la importancia de la popularidad para ellos que los lleva a exponerse consumiendo drogas, aun cuando la difusión de esas imágenes podría traer consecuencias que van desde castigos domésticos hasta la expulsión de la institución educativa donde ocurrió el hecho.
Por ahora, al menos, nadie intervino en el hecho, ni la Justicia para indagar como es que menores acceden sin mayores problemas a conseguir drogas, desde el colegio no trascendieron sanciones educativas, pero tampoco Instagram conocido por censurar a mujeres que exhiban, por ejemplo, sus pezones, se preocupó por borrar el video de adolescentes que, al parecer, consumían cocaína. La filmación estuvo exhibida por 24 horas al alcance de cualquier persona que haya querido verla en el orbe mundial.
Cabe acotar, que también podría tratarse de una broma muy bien elaborada de los adolescentes, sino no se explica la inacción de las autoridades gubernamentales o educativas para intervenir en un hecho que pudo ser conocido por cualquier ser humano en todo el mundo. En ese caso ¿quién les hizo creer a esos chicos que consumir drogas es un juego o una broma?
Demasiadas interrogantes sin respuesta. Sobre todo cuando lo que está en juego, es la salud de nuestros hijos.
