La semana pasada 4 niños wichis muerieron en 3 días, y de esa manera sumaron 10 niños que murieron por deshidratación en lo que va del año. La situación que atraviesa el norte de Salta nos conmueve a todos y todas: desnutrición, olvido, falta de servicios básicos y pobreza.
En este sentido, el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz hizo referencia en su discurso con datos certeros: "Se relevaron entre niños y niñas más de mil desnutridos extremos y más de 10 mil en riesgo nutricional, sobre todo entre la población perteneciente a la etnia wichí, con condiciones de alta vulnerabilidad, con dificultad de acceso al agua segura. Se dotó a los hospitales de la región de mayor recurso humano con más agentes sanitarios, médicos, enfermeros y distribución de residentes. Dispusimos ambulancias y compramos nuevas para cada uno de los hospitales de nuestra Provincia", dijo.
Al finalizar el discurso escrito, el mandatario siguió hablando fuera de lo planeado, y con mucha efusividad y emocionodo hasta las lágrimas dijo: "Desde que asumí no tuve un día de paz. Me tocó mostrar la realidad mas dolorosa: muerte y hambre de niños que no eligen venir a este mundo, pero que vienen y tenemos la obligación de garantizarle el derecho a la vida. Estoy haciendo lo humanamente posible para hacer lo mejor. Le pido todos los días a Dios que me indique el camino".
Para finalizar, afirmó que "está dispuesto a dejar su vida por la de los salteños" y dijo que "la economía no me importa, me importa la vida de cada uno de los salteños. Les pido que me acompañen y que me ayuden para que podamos salir de esta pesadilla. Espero que todo esto pase pronto".
