Mala noche para Jaime, un jóven de 22 años oriundo de Orán, que se encontraba de festival con un grupo de amigos cuando las bebidas alcohólicas se terminaron pero no las ganas de continuar con la ingesta. Los muchachos hicieron una "vaquita" pero nadie quería ir hasta el kiosco, hasta que finalmente Jaime ofreció a sus amigos su motocicleta, para "alivianar el trámite".
Es así que terminada la última cerveza y con plata en mano, uno de los presentes tomó las llaves de la Corven 110cc color negro y salió raudo en busca de más bebidas espirituosas.
Pasaron los minutos, pasaron las horas y el "amigo" que estaba en la libación, no apareció más. En un principio, y quizás producto de su borrachera, Jaime parecía no estar muy preocupado, sino hasta que terminó la fiesta y tuvo que volverse caminando a su casa. Mientras pateaba piedritas de las veredas, en altas horas de la noche, se encontró con el mandadero, pero también caminando, sin su amada "corven".
Inmediatamente Jaime convocó a efectivos policiales quienes intervinieron en el mismo momento, y el acusado reconoció el hecho y manifestó que había dejado la motocicleta en una tía en el barrio Campo Chico en la casa de una tía, siendo el destino que tomaron los policías, la víctima, y el acusado. Al llegar, efectivamente a la casa del familiar, constataron que el rodado no estaba.
La situación terminó otra vez con todos en la camioneta rumbo a la Comisaría.
Fuente: Radio Güemes
