POLÍTICA

#Elecciones2017

Bajo la sombra de Juan Manuel Urtubey no crecen candidatos

La triste tarea de inventar candidatos

El pasado domingo, Juan Manuel Urtubey advertía sobre “la crisis de representación” del PJ en Buenos Aires… claro es más fácil mirar la paja en la provincia ajena, que el tsunami de vigas en el terruño propio.

Porque desde que el mandatario asumió al frente de la provincia, el Partido Justicialista en Salta es una especie de cáscara vacía. Hasta en lo edilicio se nota la crisis, casi sin retorno. La sede del PJ es un edificio derruido con dos o tres añejos dirigentes tomando mate, hablando de la vieja y poderosa Rama Femenina, del carisma popular de Roberto Romero y de otros tantos recuerdos que quedaron grabados en la retina del militante peronista “de Perón”.

Desde hace una década que Juan Manuel Urtubey no logra colocar un candidato a parlamentario nacional de peso propio y mucho menos uno que provenga indudablemente del espacio creado por el gobernador y, salvo Kosiner (a medias), muchos de ellos tampoco fueron dirigentes de peso en el Partido Justicialista.
    
Pero para sostener estas afirmaciones hay que hacer un repaso de los candidatos a diputados nacionales que llevó el urtubeysismo en los últimos 10 años.

El primer candidato que el gobernador puso para encabezar la lista fue Fernando “el Flaco” Yarade. No sólo no era un hombre del riñón de Urtubey, sino que era muy afín de quien fuera su mentor y luego su enemigo mortal y ahora nuevamente su amigo, Juan Carlos Romero. Yarade, del grupo de los Golden Boys romeristas, estuvo vinculado a negocios emblemas del ex gobernador, com Plumada y Palau.

En el año 2011, la cosa no mejoró, llegó Pablo Kosiner, muchos dirán -“Bueno, es amigo de JMU”. Pero se olvidan que el actual diputado llegó a ese cargo, huyendo del Ministerio de Justicia, jaqueado por el escándalo de las turistas francesas asesinadas en la Quebrada de San Lorenzo. Pero lo que más sorprende de aquella lista, es que el segundo puesto fue para una dirigente del Partido Renovador, fundado durante la dictadura, Cristina Fiore.
 
En el año 2013, tal vez fue la mayor sorpresa de todas Evita Isa, encabezó la lista de diputados nacionales y sorprendió a todos los que se disputaban ese puesto. La historia no terminó bien para Urtubey, la gente le cobró el desconocimiento de la dirigente y el PO le birló al peronismo, tanto romerista como oficialista, un escaño en el Congreso.

El último, ensayo fue el más arriesgado de todos, de lo más profundo del seno romerista arrancó a Javier David y lo colocó a la cabeza de la lista, un tubo de ensayo que a la postre terminó dándole pésimos resultados, no tanto en esas elecciones, pero si en la siguiente. Donde quiso repetir candidato y llevar al romerista como candidato a intendente y terminó perdiendo la ciudad a manos de Gustavo Sáenz.                        

Pero el peor escenario llega este 2017, donde el frente oficialista de impronta pejotista podría llegar a tener un candidato radical encabezando la lista, en el mejor de los casos, un Renovador. Andrés Zottos, un renovar devenido en urtubeycista; Sonia Escudero, una romerista expulsada por el mismo Urtubey y Matías Posadas, un radical renegado, odiado en su partido y en el Partido Justicialista, son hoy las mejores opciones.

La crisis de representatividad de la que habla Urtubey en Buenos Aires se replica en Salta y sólo hay un culpable, el niño bonito de la política nacional es un árbol de copa ancha que no permite que nada crezca a su sombra y cada elección se nota más esa voracidad política, esta vez, hay una posibilidad de que le haya faltado tanto el respeto a la historia peronista, que los signos partidarios se los termine llevando un radical.



Deportes

Insólito

Espectáculos