La joven de 20 años, que cumple una condena a prisión perpetua por el asesinato de su novio Fernando Pastorizzo, escribió: “Creen saber lo que nos pasó porque conocen nuestra condena (social) pero no nuestra historia. Hablar van a hablar igual…”.
Las reclusas de ese pabellón no tienen acceso a teléfonos celulares, por lo que la publicación llamó la atención.