Según consignan medios nacionales, el Presidente de los argentinos esperará hasta el Mundial de Rusia 2018 para finalmente tratar de sacar adelante aquellos que avanzan sobre los derechos de los trabajadores.
La polémica reforma previsional impulsada en diciembre pasado por el gobierno de Mauricio Macri, que tiró a la baja los haberes de los jubilados, sé aprobó en el Congreso mientras en la calle se desataba una feroz represión policial contra los miles de manifestantes que la rechazaban.
Lo impopular de la reforma y las imágenes que ineludiblemente remitieron a la represión de fines de 2001 le significaron al presidente Macri una fuerte caída en sus niveles de aceptación. Por esa razón y para no seguir tensando la situación el gobierno decidió patear para más adelante el proyecto de flexibilización laboral que tenía pensado también tratar en diciembre.
Ahora el macrismo ya definió fecha para encarar el espinoso debate y buscará hacer pasar el proyecto "de la mano de Lio Messi". Es que la estrategia planteada es clara: impulsará en un primer momento los aspectos "amigables" de la reforma para luego, en medio del Mundial de Fútbol de Rusia, tratar de sacar adelante aquellos que avanzan sobre los derechos de los trabajadores.
Según reveló La Nación en su edición de este martes antes de que termine el primer semestre del año Macri espera haber aprobado, por separado, los puntos menos controversiales de la iniciativa y que ya cuentan con el consenso del peronismo y la CGT.
