En solo cuatro semanas, el directorio del FMI, con el visto bueno de su titular, Christine Lagarde, aprobó un blindaje de 50.000 millones de dólares, equivalentes a casi el 10% del PIB argentino, para sostener a la economía del país .
A cambio, Mauricio Macri se comprometió a convertir el déficit fiscal de 2018 en superávit en 2021. El dinero del FMI, considerado como una línea de crédito preventiva ante eventuales turbulencias, llegó luego de que el peso argentino haya bajado 22 puntos de su valor y las tasa de interés hayan subido un 40%.
Fuente: El País