Marcelo Mangini, un porteño de 33 años asistió a Tom Jones Bar, en Necochea, cuándo comenzó a besarse en la pista con otro hombre, se acercó el dueño y les pidió que dejaran de besarse "Hay familia, pueden quedarse, pero paren de besarse". A lo que ambos no hicieron caso y luego se les acercaron los patovicas que ante las indicaciones del dueño los sacaron del cuello.
Posteriormente ambos se dirigieron a la comisaría dónde todo lo contrario de ayudarlos los humillaron y señalaron que estaban en un lugar privado. Fue tal el matrato que decidieron no radicar la denuncia. El bar recibió tantas quejas en Facebook que tuvo que cerrar su pàgina.