Durante la reunión, se confirmó que nuestro país seguirá comprando gas boliviano incluso después del 2026, año en que termina el contrato de compra y venta de gas. Durante la reunión, Aranguren expresó su interés en incrementar la compra de volúmenes de gas de acuerdo con la disponibilidad y capacidad de transporte que hay entre ambos países. Argentina importa gas de Bolivia desde 1999.
En junio de 2006, los Gobiernos de ambas naciones firmaron un nuevo contrato de compra y venta que se extiende hasta 2026. Para después de que concluya el contrato (2026), Argentina tiene previsto comprar gas boliviano porque es más competitivo, técnico y económico que otros, como el gas de esquisto (no convencional) y el gas natural licuado (LNG, por sus siglas en inglés).
“El gas boliviano es competitivo en comparación al LNG, y cuanto más pueda disponer Bolivia y nosotros podamos transportar, vamos a recibirlo”, dijo Aranguren.