Theresa Doyle, de 65 años, de Slough, en el Reino Unido, ha estado asistiendo a cada velorio en su iglesia durante más de 14 años. La mujer es acusada de que lo hace sólo para almorzar gratis, indica el sitio El Siglo.
Varios vecinos y miembros de las familias de fallecidos a cuyos servicios funerarios ha asistido a lo largo de los años, se quejaron alegando que se entromete con las personas en su momento de duelo, para llenar su estómago.
La mujer aparece, finge haber conocido a los difuntos, y a veces conversa con sus amigos y familiares, antes de atacar el buffet ‘como si no hubiera un mañana'. A veces, hasta se guarda algo de la comida para llevar.
Según las acusaciones, Theresa deja su casa con su colorida ropa diaria, pero en la cesta de su bicicleta hay un traje de funeral negro, con el que se cambia en el baño de la iglesia.
Un vecino de la mujer aseguró que cuando llega al funeral se pone la ropa sombría, va al velorio y luego se sirve comida, la trae a su casa y la pone en su congelador.
Margaret Whitehead, que recién enterró a su hija, dijo que Theresa apareció en el funeral y comenzó a charlar con la gente. Su hija tenía muchos amigos y compañeros de trabajo, así que supuso que era una colega, pero cuando habló con ella, Doyle le dijo que solía trabajar con su hija cuando eran camareras. ‘Mi hija nunca trabajó como camarera', dijo Whitehead.
El padre Noel Connolly, de la Iglesia del Santo Redentor, donde Theresa se cuela en velorios, conoce la situación, pero cree que como ella es una mujer católica está convencida de que necesita ir a tantas misas como sea posible. Ha estado yendo y viniendo desde que he estado aquí por los últimos 14 años. No puedo decirle ‘no puedes estar aquí'.
