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¿Los besos apasionados son buenos para la salud bucal?

Habrá que escuchar y hacer caso a los odontólogos ¿Vamos a chapar?

Según explican los dentistas, las personas que se dan besos apasionados no sólo pasan un momento placentero y romántico, sino que también están cuidando su salud bucal y, por ende, sus dientes. Sucede que al besar con frenesí se activan las glándulas salivales, aumentando notoriamente el flujo de saliva, sustancia que ayuda a limpiar nuestra boca y además cuida nuestros dientes y encías.

La clave es la saliva

El agua, proteínas, electrolitos y sales minerales que contiene la saliva ayudan a limpiar los restos de comida, combatir las bacterias, virus y hongos. Asimismo neutraliza los ácidos en la boca que pueden dañar nuestros dientes y encías, algo que se activa cuando los labios de una persona entran en contacto con la de otra.

Empero, además, ahora se sabe que un beso apasionado combate las caries, ya que las sales minerales de la saliva ayudan a la reconstrucción del esmalte de los dientes, previniendo la erosión dental. “El beso es la naturaleza del proceso de limpieza”, explican los especialistas.

Por otra parte, cabe destacar que besar asiduamente y con amor ayuda a reducir la presión arterial, eliminar los calambres y dolores de cabeza, y permite la producción de las hormonas de la felicidad, y como si fuera poco, quema calorías.

Los besos son universalmente el gesto de amor y cariño más utilizado entre las personas. Pero ¿alguna vez te pusiste a pensar todo lo que implica este acto de amor? Besarse asiduamente también ayuda a mejorar nuestro sistema inmunológico. Esto se debe a que alrededor del 80 por ciento de las bacterias presentes en nuestra saliva son comunes a todas las personas. En cambio, el 20 por ciento restante son propias de cada uno.

De esta forma, el intercambio de saliva hace que nuestro organismo entre en contacto con sustancias ajenas, creando anticuerpos y haciéndose más fuertes. A este proceso se lo denomina inmunoterapia transversal.

Al mismo tiempo, los besos también tienen el poder de disminuir el dolor de muelas gracias a la liberación de endorfinas y a la dilatación de los vasos sanguíneos. Este elemento se considera una especie de “morfina natural” que ayuda a combatir el malestar físico.

Por otra parte, los besos son un potente aliado contra la depresión. Esta enfermedad, a pesar de no parecerlo, tiene mucho que ver con la salud bucodental. Así, las partes de la boca se resienten y son más propensas a sufrir enfermedades. Al besar, hay una mejora de la salud emocional y, como consecuencia, las dolencias físicas tales como las caries o las infecciones se reducen notoriamente.

 Cuando besamos podemos mover hasta 36 músculos y el latido de nuestro corazón puede pasar del reposo hasta la agitación en unos segundos. “Al besar no sólo vivimos un momento placentero y romántico, sino que también es beneficioso para nuestro bienestar”, indica un informe presentado por Sunstar GUM Americas con la colaboración de la doctora Lucía Benites (MN 31.796).

Todo mejora

Para la profesional, los besos hacen que nuestro cuerpo libere hormonas que mejoran nuestro ánimo y funcionan como antidepresivos naturales, como también dilatan los vasos sanguíneos, reduciendo los dolores.

Además, al besar disminuimos el estrés, la tensión y la ansiedad, mejorando nuestro estado de bienestar en general y elevando nuestra autoestima. Pero, inesperadamente para muchos, odontólogos y especialistas determinaron que también los besos son buenos para la salud bucal.

Se descubrió que también sirven para lucir una sonrisa más limpia y brillante. Como ya dijimos, esto se debe a que cuando besamos a alguien en la boca se activan las glándulas salivales y el flujo salival aumenta.

La saliva contiene sustancias que combaten las bacterias, virus y hongos que producen las enfermedades orales, por lo que un beso profundo ayuda a mantener la boca, dientes y encías saludables. Pero atención, más allá de los beneficios que aportan los besos a la salud dental, no son una excusa para dejar de visitar periódicamente al odontólogo.

Enamorados, y con menos caries

Besarse asiduamente también ayuda a mejorar nuestro sistema inmunológico. Esto se debe a que alrededor del 80 por ciento de las bacterias presentes en nuestra saliva son comunes a todas las personas.

En cambio, el 20 por ciento restante son propias de cada uno. De esta forma, el intercambio de saliva hace que nuestro organismo entre en contacto con sustancias ajenas, creando anticuerpos y haciéndose más fuertes. A este proceso se lo denomina inmunoterapia transversal.

Al mismo tiempo, los besos también tienen el poder de disminuir el dolor de muelas gracias a la liberación de endorfinas y a la dilatación de los vasos sanguíneos. Este elemento se considera una especie de “morfina natural” que ayuda a combatir el malestar físico. Por otra parte, los besos son un potente aliado contra la depresión. Esta enfermedad, a pesar de no parecerlo, tiene mucho que ver con la salud bucodental.

Así, las partes de la boca se resienten y son más propensas a sufrir enfermedades. Al besar, hay una mejora de la salud emocional y, como consecuencia, las dolencias físicas tales como las caries o las infecciones se reducen notoriamente.



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