El mayor huracán de la historia del Atlántico, ha dejado hasta el momento 20 muertos y puede provocar una catástrofe inédita.
“Va a devastar Estados Unidos”, afirmó ayer el director nacional de emergencias, Brock Long.
Por su parte, el presidente Donald Trump advirtió de que será un tifón de “proporciones épicas” y urgió a la población a “apartarse de su camino”.