Un curandero fue condenado por los delitos de estupro agravado por la guarda, abuso sexual gravemente ultrajante y con acceso carnal, todo continuado en el tiempo.
La investigación se inició a partir de la denuncia de dos menores de edad, quienes sufrieron distintos abusos por el mismo acusado. Se trata de un sujeto conocido por leer el futuro y hacer trabajos para liberar a las personas de diferentes karmas. A su vez, tenía un taller mecánico en la zona del macro centro de la ciudad.
En el primer caso, la menor, quien padecía episodios depresivos, fue manipulada por el acusado, quien la convenció de liberarla de sus karmas por medio de rituales.
Así, el acusado aprovechó la vulnerabilidad de la menor, quien que se encontraba con problemas de distanciamiento con su madre por su bajo rendimiento en la escuela. Por este motivo el acusado, cuñado de la madre de la menor, busco mantener cercanía con la misma, a quien sometió sexualmente en diferentes oportunidades.
Cansada de esta situación, en una conversación con su prima (hijastra del acusado) pudo desahogarse y relatar el sufrimiento vivido. Luego, la segunda víctima también le confesó los abusos sufrido cuando tenía entre 5 y 8 años.
Ante esta situación, en la que las adolescentes fueron encontradas por una de las madres en un cuarto llorando por sus situaciones vividas, fueron acompañadas para presentar las respectivas denuncias contra el abusador.
