El dictador Manuel Antonio Noriega murió ayer a la edad de 83 años. “Cómo lo hicieron pocos” falleció condenado por la justicia, apestado en su país, luego de 30 años en varias prisiones, en un hospital por un tumor cerebral que lo obligó a ser tratado.
La ultima imagen de aparente dignidad que se le recuerda a Manuel Noriega fue el día en que, vestido con su uniforme militar, bajo el que gobernó de facto Panamá durante seis interminables años (1983-1989), se entregó a las tropas de Estados Unidos, después de la invasión que causó la muerte de miles de personas.
Desde aquel día, 3 de enero de 1990, el rastro que ha quedado de Noriega ha sido el de su periplo carcelario en Estados Unidos, Francia y Panamá, tres décadas en las que su imagen se ha ido deteriorando, no así el legado macabro que arrastró en su país.
El presidente de Panamá se expresó al respecto vía Twitter
Muerte de Manuel A. Noriega cierra un capítulo de nuestra historia; sus hijas y sus familiares merecen un sepelio en paz.
— Juan Carlos Varela (@JC_Varela) 30 de mayo de 2017