Tiburones de Veracruz, un equipo de fútbol mexicano se cansó de no ganar partidos y llamó a un cura para que bendijera el vestuario, ahuyentara las malas ondas y evitar el descenso de la Liga Mexicana, pero el sacerdote terminó prendiendo fuego el lugar.
Concentrado en su objetivo, el clérigo comenzó a recorrer el lugar. Se detuvo en los casilleros de los futbolistas, en la zona que habitualmente ocupa el cuerpo técnico y se ocupó de ventilar el ambiente. Luego de unos minutos de rezos, comenzó a prender velas en distintos puntos del camarín. Y ahí sí, cerró la puerta y dio por finalizada su tarea, allì se generò el incendio que tuvo que ser sofocado por Bomberos. Lo positivo, es que finalmente el equipo ganó 1 a 0.
Fuente: Clarín