Se trata de Slobodan Praljak, quien antes de beber el líquido de una botella pequeña que contenía veneno expresó: "No soy un criminal de guerra. Me opongo a esta condena".
El hecho sucedió en pleno juicio del Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia (TPYI). El ex jefe militar de los croatas bosnios murió luego y el tribunal suspendió la lectura del fallo, en medio de una gran confusión.
El ex teniente general había sido condenado en 2013, en primera instancia, a 20 años de cárcel por crímenes de guerra perpetrados contra musulmanes Junto a él, fueron condenados hace cuatro años otros cinco políticos o militares bosniocroatas, castigados por haber formado una asociación criminal para crear una Gran Croacia practicando la limpieza étnica.