Fernando Bezerra da Silva, de 25 años, fue asesinado a sangre fría cuando volvía a su casa en Mossoró, Brasil y todo quedó filmado.
Eran las 8 de la mañana del martes y el joven estaba a metros de su casa, cuando se acercó un hombre en una motocicleta. Sin decir nada, sacó un arma, le disparó y se fue. Fernando quedó tendido en la calle Chico Tonico, e inmediatamente, vecinos y transeúntes se acercaron para socorrerlo.
Muy pocos minutos habían pasado cuando, inesperadamente, reapareció el sicario. La multitud huyó aterrada y dejó sólo a Bezerra, que agonizaba. Volvió para dispararle varias meses más, asegurándose así de que muriera.
Dona Lucia, madre de la víctima, contó que venía recibiendo amenazas. "El asesino iba a mi casa y me decía que iba a matar a mi hijo", contó a G1.