Lenard Ibáñez, un joven aviador nacido en Chubut, sufrió un accidente aéreo pero logró salir con algunas quemaduras del avión que piloteaba. No tenía señal de celular ni funcionaba la radio de la aeronave inutilizada por el fuego.
Solo el mar y los acantilados que lo rodeaban formaban parte del paisaje cuando el piloto que en medio de la tragedia se decidió a salir, pidió ayuda.
Caminó 7 kilómetros orientado por uno de los cascos de la Estancia La Adela, ubicada en Península Valdés. Encontró a dos pescadores. Y lograron pedir salvarse.
Fuente: Clarín