Pasaron algunas horas de la fulminante derrota en las primarias cuando el Presidente Mauricio Macri convocó a una conferencia de prensa, en medio de un caos financiero en el País, que disparó el dólar por las nubes, intenso movimiento con negatividad de las empresas Argentinas que cotizan en bolsa, y un riesgo país listo para alunizar.
Sorprendentemente, las palabras del primer mandatario, fueron las de un dirigente que no supo asimilar el mensaje en las urnas, y lejos de canalizar el cachetazo del domingo, intentó culpar a la oposición por haber ganado las PASO.
Así de insólito, así de increíble. Ninguna autocrítica, y menos aún anuncios tapabaches. Con la mirada desencajada, y apuntando los cañones directamente contra el "Kirchnerismo", Mauricio Macri culpó al Gobierno que podría venir, de los problemas que él no pudo resolver, que supuestamente le dejó el Gobierno que estuvo antes.
La conferencia se llevó adelante en el salón de los pueblos originarios de casa Rosada, y fue tan vácuo como fugáz. Respondió solamente diez preguntas, pero sin responder ninguna. Tuvo algunos deslices como "Esta elección no sucedió" o "los encuestadores fallaron porque finalmente la gente toma sus decisiones a última hora, eso es lo que explica el error tan grande de las encuestadoras, y es lo mismo que puede pasar en octubre"
Sin lugar a dudas lo que llevó la atención de todos, fue la aseveración "Hoy hemos tenido un día muy malo. Hoy estamos más probres que antes de las PASO, nos ha pegado muy fuerte el aumento del dólar con todas las consecuencias que eso tiene, como todo lo sabemos".
Todos quedaron esperando un paquete de medidas, reconocimiento de falencias propias y hasta dinamismo en el congreso. Pero nada... "sos vos, no soy yo".
