Las negociaciones están más que avanzadas y Paulo Dybala está muy cerca de pasar al Manchester United. Pero, hay un problema legal que podría poner un fuerte palo en la rueda de esta transferencia.
En 2017 Paulo Dybala decidió cortar su vínculo contractual con Pierpaolo Triulzi. El ex representante, mediante una empresa oriunda de Malta con la que tiene relación, había comprado los derechos de imagen de la Joya un año antes, aunque luego de la ruptura el argentino decidió unilateralmente que esos contratos los pase a manejar su hermano Gustavo.
El asunto es que su ex apoderado hizo un reclamo ante el TAS por el incumplimiento de contrato y el organismo le dio la razón en febrero, condenando al delantero a pagarle su comisión correspondiente por los seis años de contrato de Juventus. Solucionado legalmente este asunto, ahora todavía sigue vigente entre las partes la disputa por los derechos de imagen. Este entredicho se desarrolla en la Cámara de Comercio Internacional, con sede en París. ¿De qué se trata? La Joya había firmado un contrato por 10 años en 2016 pero al romper su vínculo con Triulzi comenzó a moverse por su cuenta y a elegir sus marcas.
Desde la empresa, que reclama una cifra aproximada de 40 millones de euros, aseguran que hasta ahora nadie llamó para plantear una eventual negociación pero tienen decidido presentar un recurso para frenar la operación en caso de que se cierre el pase al United
