Boca renueva las expectativas. La llegada de Juan Román Riquelme a la dirigencia del club causó un golpe de efecto en el Xeneize que tendrá a la Copa Libertadores 2020 como uno de los principales objetivos del año.
Después de haber perdido una final y dos semis en las últimas cuatro ediciones, el equipo de La Ribera buscará levantar por séptima vez el trofeo más codiciado del continente, pero para eso deberá, primero, superar la fase de grupos.
Cabeza de serie del Grupo H, el equipo del futuro DT Miguel Angel Russo tiene dos rivales confirmados: Libertad de Paraguay y Caracas de Venezuela.
Libertad no es un equipo más. Tiene, para el propio Riquelme, ese recuerdo del gol desgarrado en la Copa del 2007, la última que ganó Boca. Y como si fuera poco, acaba de contratar a Ramón Díaz, con toda la rivalidad a cuestas. El riojano reemplazará a su compatriota José Chamot, a quien dejaron ir por la mala campaña en la Libertadores 2019 luego de hacer una gran inversión en algunos jugadores (quedó eliminado en octavos con Gremio) y salir segundo en el Clausura detrás de Olimpia, tras perder puntos contra los rivales más débiles.
Caracas será la primera parada del Boca de Russo en la Copa, el próximo 3 de marzo. El equipo capitalino clasificó a la Libertadores tras consagrarse en el campeonato local luego de nueve años, venciendo a Estudiantes de Mérida en la final. Alain Baroja fue clave bajo los tres palos. El arquero de 30 años surgido en el club regresó en enero tras un paso por Grecia, Uruguay y otros equipos del país y se convirtió en uno de los referentes del plantel junto con Rubert Quijada, el capitán y segundo central. También se destacó Jesús Arrieta. El colombiano es el nueve del equipo y convirtió 14 goles, algunos clave para la obtención del título. Además, también se destacaron el volante creativo Daniel Saggiomo, el delantero Richard Céliz, autor de 11 goles, y Leonardo Flores, quien sigue siendo el jugador de campo que más minutos disputó.
Fuente: Olé
